Con el tiempo he aprendido que una vida plena está llena de obligaciones, para contigo mismo y para con los demás. Sin embargo no son sus expectativas sino tus metas las que has de alcanzar.
No os confundáis, mis publicaciones van cargadas de sentimientos y ocurrencias, sin embargo mi blog no es un cuaderno de confesiones. No creáis conocerme por lo que escribo.
"Todo lo que se percibe conscientemente
puede evaluarse, criticarse, discutirse, rebatirse y quizás
rechazarse. Mientras que la información que se percibe de modo
inconsciente no encuentra ninguna resistencia, ni valoración
intelectual"
La mayoría de la gente que conozco tiene unabuena razón para abandonar sus sueños y
paradójicamente son las mismas razones con las que pretenden alcanzar su
felicidad.
Hemos de vivir por el eco de las pequeñas cosas y los pequeños gestos. Porque la mayoría pasamos esperando ese gran momento, que nos muestre esa gran señal en el cielo, que nos indique el advenimiento de semejante acontecimiento y a veces es tan grande la expectativa que no vemos más nada. Tan grande que ni siquiera llegamos a hacer la sumas de los pequeños.
Tiene que
haber un punto en el que un ser humano debería abandonar sus sueños. Ojalá
fuera lo suficientemente tonto o cobarde como para haberlo encontrado ya.