miércoles, 3 de julio de 2019

No debería...

No debería estar vivo y me he acostumbrado a la incomodidad de a veces estarlo. Las veces que mi cuerpo no ha querido, Dios me ha ayudado. Lo supe en algún momento, por mi alergia, por mi asma, lo supe cuando la ciencia dio por terminado su trabajo y únicamente se sentó a esperar a mi lado. 
No debería estar aquí, pero con los años el derecho me he ido ganando. Y como yo muchos de los que crecieron conmigo o simplemente viven en este mundo o  incluso más cerca, en mi barrio. No deberíamos estar aquí, pero lo estoy, pero lo estamos. A veces de casualidad otras simplemente atados. Atados a otras vidas, a cada latido del corazón, a los recuerdos o a las personas que amamos. 
Y para los que crean que no debería estar aquí, que no debería hacer muchas de las cosas que mal no hacen y bien intencionadamente hago. Criterios que con el tiempo he aprendido a respetar, aunque de como quiera vivir siga yo la decisión tomando. Si después de todo seguís creyendo que no debería estar aquí o que no debería hacer lo que buenamente hago. Os lo pondré muy fácil. Olvidarme y probablemente yo para entonces puede que también os haya olvidado (Mentira). Llegados a este punto no tengo ningún interés en convenceros de nada. Y no es que me haya vuelto arrogante. Lo que pasa es que estoy harto de hacer lo mismo y esperar diferente resultado. 

Pavel Arquímedes.