domingo, 30 de octubre de 2011

Veinte centímetros sobre suelo...

Era una tarde de invierno y compartían  la misma silla frente al ordenador. Sin embargo aquella tarde juntos compartían algo más, compartían la complicidad de algunas risas, los besos, alguna canción y aunque no lo sabían también compartían un poco de amor. En sus ojos la razón inquebrantable por la que no guardar ni un minuto de silencio. Y con tono suave  y entre caricias y besos, con una pregunta retórica comenzó su declaración de amor que no termina a día de hoy.
-¿Pero tu sabes que yo te quiero mucho, mucho, mucho? Tres veces hizo referencia al mismo adverbio y con la primera vez se refería a lo que siente, con la segunda corroboraba que no lo había dicho por error, y la tercera vez lo firme y sincero de su declaración. Ella encogió los hombros y musitó. -Yo también, y a él con una sola vez le valió, aunque ella la cantidad nunca la mencionó. 

Se tumbaron a veinte centímetros sobre el suelo. El contemplaba su cuerpo semidesnudo mientras su espalda dejaba al descubierto un sendero perfecto que recorrer una y otra vez con sus dedos. Aparto con gentileza su pelo, apretó la unión de sus muslos contra sus nalgas redondas y se embriagó del perfume de su cuello. Su vientre suave y terso le hacía recobrar la sensibilidad en sus maltrechos dedos de obrero, mientras ella de a poco iba perdiendo toda su inocencia y dejaba de lado sus gestos de niñas para convertirse en la diosa del fuego. No mediaron las palabras y en el aire solo se sentía el incienso que desprendían la unión de sus cuerpos sudados, la música de fondo y el susurro de sus labios que delataban al deseo. Y entre besos y abrazos se fundieron para convertirse en uno solo, para que solo uno de ellos se quedará atrapado en lo eterno...

Desde entonces y en algún momento comprendió que no le temía al amor, solo eran sus labios los que habían aprendido a no regalar sus besos. En algún momento dejó de temerle al dolor, y solo por volverla a ver le mereció la pena seguir viviendo. Ella continúa siendo su primer y único amor y el tiene claro que prefiere morir antes de renunciar a sus besos. El no está dispuesto a entregar dos veces el corazón, porque sabe que la segunda vez estaría mintiendo y sin pretender evitarlo todavía la sigue queriendo.

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martes, 25 de octubre de 2011

Como hacer un buen Mojito.

Estoy un poco "harto" de ir a sitios súper gourmets y encontrarme con personas que dicen ser expertos  cocteleros haciendo chapuzas tan inmensas como preparar un mojito con sprite, azúcar morena, casera y otros ingredientes que nada tienen que ver con el cocktail original. 

El mojito, así como el daiquiri, se hicieron muy popular en Cuba gracias a Ernest Hemingway quien tomaba sus mojitos en los famosos establecimientos del Floridita y en La Bodeguita Del Medio. En el Floridita, se conserva un busto en honor a este prestigioso escritor de origen norteamericano ganador de de un premio nobel de literatura.
Ingredientes:
  • 4 onzas (120 ml) de ron blanco 
  • zumo de media lima
  • 1 ramita de hierbabuena 
  • 2 cucharaditas de azúcar
  •  hielo
  • agua de sifón o soda
  • 1 rodajita de limón para adornar y una ramita de hierbabuena.
  • Opcionalmente unas gotitas de angostura, para obtener un "mojito criollo". Sirve para potenciar el sabor de los ingredientes.
La planta que en Cuba se conoce como hierbabuena y que se puede encontrar en casi cualquier parte del mundo, no es una menta. Pero con el paso de los años, la popularidad, el desconocimiento y la confusión el mojito se prepara en muchos lugares con algunas variedades de menta, incluso he visto a alguno ponerle, hierba buena seca de la que se usa para condimentar la comida. Pero bueno eso es harina de otro costal.

Modo de preparación:
  • Añada el zumo de media lima y el azúcar directamente al vaso y remuevalo.
  • Agregue la hierbabuena machacándola, pero no demasiado.
  • Ponga un poco de agua con gas para diluir bien el azúcar.
  • Después ponga el hielo, añada el ron blanco y complete el vaso con agua con gas.
  • Remueva y adórnelo con una pajita o removedor, una rodaja de lima y una ramita de hierbabuena.
El ron original:
El ron cubano que originalmente se usó para la receta es el Havana Club. No era añejo blanco, sino Silver Dry, ron blanco específicamente creado para coctelería, más bien seco, y que a diferencia de los añejos no modifica el sabor del cóctel y permite que la hierba, el limón, o en su caso la fruta se saboreen a plenitud.
Notas:
  • El mojito se prepara igual en todos los bares y restaurantes de La Habana, pero se cita a La Bodeguita del Medio debido a su fama para preparar el mojito, gracias a Ernest Hemingway: "My mojito in La Bodeguita, My daiquiri en El Floridita".
  • El mojito es caribeño. La hierbabuena es mediterránea. La angostura es de Trinidad y Tobago. Algunos afirman que estos ingredientes no pueden pertenecer en absoluto a la receta original, pero hay que tener en cuenta que en la época que el cóctel fue inventado, la Habana era una de las ciudades portuarias más importantes del mundo. Embarcaciones de todos estos destinos vaciaban sus bodegas en la rica ciudad caribeña que por aquel entonces era. La hierbabuena se cultiva con gran éxito en las fértiles tierras cubanas, así como muchos otras variedades de orígenes lejanos.

domingo, 23 de octubre de 2011

UNICEF


Estimado Pavel Arquimedes
Gracias a donativos como el tuyo hemos conseguido que muchas historias de niños en el Cuerno de África tengan un final feliz.
Es importante que sepas que sin ti no podríamos llevar a cabo nuestra labor. Esa es la razón por la que queremos compartir esta historia contigo.
Todo empezó hace unas seis semanas cuando Aden, un niño de tan sólo 3 años, llegó con su padre al campo de refugiados de Dadaab en Kenia. En ese duro camino, su madre, debilitada por el hambre y las enfermedades, murió. “Aden se encontraba agotado. Padecía una grave deshidratación y acusaba vómitos y diarrea” nos comentó Timothy, enfermero especializado en nutrición.
A pesar del pronóstico tan incierto, su padre Abdile no se fue de su lado en ningún momento. Día tras día Aden fue tratado con antibióticos, leche terapéutica y alimento que le proporcionaba UNICEF en el centro de estabilización.

Tras un largo mes de tratamiento, Aden se ha recuperado y ha podido abandonar el centro. Su vida sigue siendo muy difícil pero Abdile está agradecido por haber conseguido salvar la vida de su hijo.
Al igual que Aden, UNICEF estima que ya son más de 2 millones de niños en la zona del Cuerno de África que sufren desnutrición.
La buena noticia es que en UNICEF pensamos que estas situaciones se pueden evitar trabajando en la prevención y control de las zonas más vulnerables.

domingo, 16 de octubre de 2011

El rincón preferido de mi silencio...




Se ha roto el tiempo y el conteo regresivo que trae la paz parece no encontrar el cero. Se rompió la ilusión y mi mente quedo atrapada entre sus ojos y el deseo. Se ha roto el tiempo y sus recuerdos se han convertido en el rincón preferido de mi silencio.

Estas en cada palmo de tierra, en cada letra, en cada luna y madrugada, dispuesta a robarme la quietud y el sueño por culpa de un amargo silencio que no acaba...  Miro a través de ti y mi realidad da un vuelco que estremece al alma, tanto es así que a veces pareciere mujer que me quisieras arrebatar de golpe todos mis sueños y la calma. Y entonces pienso en dejarte partir... pero hoy simplemente no puedo.


LPF.01F85

jueves, 6 de octubre de 2011

La otra orilla...




En la tierra donde nací la abundancia  no concierne a lo material. Hemos aprendido a sobrevivir con lo que tenemos, aunque ha veces la cosa no da para más. De donde vengo todo esta hecho de pedacitos los sueños, los coches, los electrodomésticos, y la ilusión. Vengo de una tierra donde la ideología y la política te parten en dos el corazón, donde la media familia continúa en la otra orilla esperando hace más de 50 años que al monarca le falle el corazón. Vengo de una tierra donde sabemos que la vida es una sola, por eso no esperamos la otra, para que todo vaya mejorVengo de una tierra donde el único valor constante que cotiza al alza está en tu interior, donde ha veces los sueños se ahogan intentando llegar a la otra orilla, persiguiendo una ilusión.


Vengo de una tierra donde abonaron mis pies con el son, crecí gritando abajo la gusanera (personas que emigraron a Estados Unidos, en busca de un futuro mejor) y fue allí donde aprendí, que ha veces con la boca cerradita se está mejor. Crecí entre niños, mujeres y hombres que para ayudarte nunca hicieron distinción, gente que comparte un plato de arroz, el agua con azúcar, y alguna que otra preocupación. Gente que te lleva en su bicicleta 15 o 20 km cuando no pasa la gua-gua, gente que para terminar un año, no necesitan 12 uvas para que el otro empiece mejor. 


Pude haber nacido en otra tierra, entre mucha abundancia y juguetes haciéndole cartas a los reyes magos, aunque ya de niños sabíamos que los renos no llegan sur, porque están demasiado cansados. Pude haber crecido sin haber hecho un trabajo voluntario, sin recolectar materia prima para reciclar algunos domingos, sin la escuela al campo. Pude haber crecido sin echar unas risas con Osvaldo y su coche fantástico, sin María Callí, María Despaine, Ofelia la mamá de Ricardito, Zoraida, Mari la mamá de Carlitos, Milagro, la madre de Braulio, Victoria y Erasmo, Lazaro (el Maja), Oneida la mamá de Leonardito, Enrrique Soza (el ñisi), Nadesna, Lili, Fernando (el más serio del barrio), y los cutiños, El guayabo, Fermin, Catalina y los Cubas, los chirinos, Nivaldo, y Radame, Ernesto, Eduardo y su polaquito, Dania y el loco de Juaquinito, Bebita la mamá de Juan Carlos, Alexei el del cuatro o Abelito el nieto de Emiliano, al que yo le robaba los pepinillos jaja, Alexi el buzo, el tingui, Los Campos, Ernesto Día, Panchito. Pude haber crecido sin las canciones de Silvio Rodriguez, Pablo Milanes, Carlos Varela, Los Van Van o Frank Delgado. Pude haber nacido y crecido sin todo eso y sin todos ellos, pero no hubiese sido mejor, me seguiría faltando algo, porque las cosas que más atesoro no las guardo en un cofre, las llevo en el corazón.


Dedicado a la gente del barrio y en especial a Juan Carlos Rosillos, no te esperamos, estamos contigo.