sábado, 8 de diciembre de 2012

Memorias y sueños.




No podría contar todas mis memorias porque algunas son solo mías. Otras son tan fantásticas que más de uno terminaría por no creerse lo que por contarle, no tengo. Y es que algunas son tan sublimes y especiales que tengo que hablar de dos si quiero que la verdad prevalezca, si quiero respetar íntegramente la memoria de algunos de los mejores días, que de mi vida recuerdo. No puedo contar todas mis memorias, porque si tomará lugar semejante andanza, podrían ser días, meses incluso años los que tardase en hacerlo, y para muchos de vosotros eso sería demasiado tiempo. No podría, porque sería juzgado nuevamente por mis errores a pesar de haber pedido perdón a quienes se hubieren visto agraviados por ello.

No puedo contarles todos mis sueños, porque algunos son solo míos, porque de seguro no les parecería suficiente como para ilusionaros o porque simplemente pueda que os parezca que nunca haya estado despierto. No podría hablarles de mis sueños, porque tendría que despertar en algún momento y no quiero. Porque tendría que hablar de ogros y mazmorras, de tierras baldías y lejanas, de princesas, de dioses de feliz tristeza, de mis demonios,  y de todo a lo que por amor me encomendé en algún momento. No podría contarles mis sueños, porque no os lo tomarías en serio, porque no entenderían cómo puedo necesitar tan poco para ser feliz al tiempo que me voy dejando la piel en el intento.

No soy hombre de dioses ni holocaustos, no poseo dones divinos ni quiero. No tengo verdades absolutas y todos los caminos que he andado han estado cubierto de lodo, piedras y flores. Y puede que si me conoces llegues a quererme o puede que simplemente me odies. Puede que no siempre sea tan simpático si quieres que sea sincero. Puede que mi mayor bien para ti sea muy pequeño. Por eso a lo mejor nunca te cuente todas mis memorias ni te llegue a hablar de todos mis sueños. Y mientras la mayoría no entienda mis razones y me cuestione preguntándome ¿Por qué ?  Yo únicamente he de responder. ¿Y por qué no? Aceptando que cuestionen mis motivos y que puede que tengan razón con sus argumentos. Sin embargo no ha de importar, porque yo tendré algo más grande, mis memorias y mis sueños. 

Artista: Pendiente de confirmar.