domingo, 19 de mayo de 2013

Rompe las reglas.


El mundo puede ser hostil para cualquiera que pretenda romper o cambiar ideas preconcebidas. Es difícil imaginar o saber que puede motivar a una persona a exponerse a las críticas, comentarios u opiniones de otros. A sabiendas de que siempre habrá otro punto de vista, valoraciones negativas incluso despotismo y burla en algunos de los juicios que se emitan sin tener en cuenta más argumentos u otras razones.

Sin embargo a pesar de la hostilidad nos exponemos. Nos salimos de nuestra zona de confort, como si todas las normas hubieran sido hechas para ser rotas, a veces eludiendo alguna verdad impuesta o buscando un propósito. Todas las normas que en algún momento fueron concebidas para protegernos. Y llegados a este punto no buscamos aprobación ni reconocimiento, no se trata de atesorar ni de ambiciones personales y puede que tan sólo únicamente sea una cuestión de sonrisas y lágrimas, de propósitos y sueños.

La hostilidad puede hacer más grande y fuerte a los que no tienen miedo a equivocarse o a perder. A los que jamás se regirán por la ley de mínimo esfuerzo, a los que pretenden cambiar el mundo muy desde adentro, sin haber encontrado otra manera de vivir o hacer  que no sea la de hacerle frente a sus miedos. Hace bastante tiempo que perdí el temor a equivocarme, sin embargo he de reconocer que estuve demasiado tiempo haciendo lo correcto (lo que todos esperaban) y os puedo asegurar que no hay nada de novedoso ni espectacular en ello. Romper las reglas, no dejéis de perseguir vuestros sueños, por más veces que os equivoquéis, por hostiles que puedan venir los tiempos. Y sin mayores recompensas os garantizo una muerte digna, la libertad o salir más fuerte después de cada intento.