martes, 10 de septiembre de 2013

IMPUNIDAD.











No me queda claro cómo funcionan las normativas de legalidad en España. Ni que recurso ampara a un trabajador autónomo para protegerse de los impagos. Lo que sí me queda claro es que la justicia en este asunto muy equitativa no está siendo. Siempre se usa la palabra democracia e igualdad, pero es fácil darse cuenta que no todos somos iguales ni tenemos los mismos derechos.

  • Es indignante que la respuesta del gerente de una empresa a un trabajador tras el reclamo del trabajador por estar varios meses sin cobrar su sueldo, sea una burlesca incitación por parte del empresario a que le denuncie.
  • Es indignante que este mismo personaje con deudas acumuladas a sus trabajadores y proveedores le sea posible seguir operando con su empresa sin mayores consecuencias que un juicio a muy largo plazo, mientras sigue acumulando impagos.
  • Es indignante que se le permita el traspaso de sus bienes en un claro intento por evadir sus impuestos, cuando en muchos casos es fácilmente demostrable el origen de esa riqueza mal habida, cuando el vínculo del futuro beneficiario con la empresa es claramente una pasantía para evadir la obligación de la misma con sus trabajadores. No entiendo porque este tipo de fraudes no se paga con muchos años de cárcel.

La recuperación económica y la justicia tienen cosas en común, ambas se resisten a llegar al final de sus procesos. Y es que el remedio a tanta avaricia y descaro sería tan sencillo como expropiar los bienes mal habidos y condenar a merecidos varios años de cárcel a los que impunemente roban y sabotean la economía del país, a los que pisotean los derechos de los trabajadores y embargan el futuro y los sueños de todos sus ciudadanos. En muchos lugares del mundo el cargo público que roba es acusado de alta traición a su patria y su meritorio castigo suele ser ejemplar.

Artista: Leonid Afremov.