miércoles, 3 de febrero de 2016

No voy por mis pecados.



No voy por mis pecados
a vivir en un infierno. 
Ni voy a esperar milagros, 
después de tantos naufragios, 
y fortísimos vientos.
No aceptaré las lisonjas 
de quien por la espalda me traiciona
y a la agónica miseria
perpetuamente me condena.
Sólo porque mi alma
contra corriente navega
o porque el cálido viento
a mi favor no sopla.
Después de todo
son los peces los que nadan
y la mierda la que flota. 
Y no puedo ni por mi alcurnia
ni por otros miedos
ser testaferro 
o portador de falsos abrazos
ni el necio que por capricho
persigue mil almas vacías 
para llenar lo muerto de un espacio. 
No voy por mis pecados 
a vivir en un infierno
ni pienso morir creyendo
que para entonces mis dioses
me habrán abandonado.
Los dioses que cada día me perdonan 
y los  que os han perdonado.
Los mismos que para vivir,
me he inventado.




sábado, 9 de enero de 2016

Todos los días.









Hoy y todos los días 
y de este modo de hablar, 
se podría decir toda la vida. 
Con buena espina y gracia
y unos ojos, 
que todo lo hablan con la mirada 
y unas manos
que sus redondas nalgas no olvidan.
Ni la gracia más que la suerte
de haberla tenido entre mis sabanas, 
por trueque de enamorados 
y con la dulce amargura 
de haberla sabido únicamente mía, 
de haberla querido más que a nada.
Sin que pudiere menguar la distancia
esta incorruptible sensación de amarla
y que parece se me antoje 
cual necesidad infinita...
Para que hoy y todos los días 
y de este modo de hablar, 
pueda decir toda la vida.
sienta las mismas ganas de besarla
desde la primera luz del día,
y con la primera palabra,
y con la última de ambas, 
incluso con la testarudez  de mi porfía.
Y con todo mi cuerpo 
y la bonhomía del silencio 
de los días que nos unen 
ajenos a la melancolía,
de no tenerla cerca, de no tenernos,
de intentar olvidarla.
Ajenos a la cruz y a la cara 
de esta suerte mía... 





L.P.F.01f85
Artista plástico: Alvaro Reja.