martes, 16 de febrero de 2016

Tu silencio.











Me toca tu silencio
y me tocan tus palabras,
por si a bien te viene decirlas,
por si a bien te viene olvidarlas.
Y porque habito en la voluptuosidad
de los últimos besos
y de todos los recuerdos 
que le he podido arrancar al alma. 
con vehemente calma 
te convoco.
A esta puesta de sol sin sol,
a este mejunje de sudor y lágrimas, 
a este refinado gusto
de escuchar sin perder la calma
las cosas que me muero por decirte
tan iguales a esas que callas. 
Esas que sin saber cómo, 
pareciere que nos unen
mucho más de lo que nos separan.
Como preludio de una felicidad intrépida
que del dolor incesantemente escapa,
así como del hedor de la tristeza 
de la valentía de los idiotas
o la mezquindad 
de quien en nombre del amor,
una vida arrebata.
Me toca tu silencio 
y me tocan tus palabras
por si a bien te viene decirlas...
por si a bien te viene olvidarlas
porque eres la dueña de mi silencio 
y yo el esclavo de lo que callas...



LPF.01f.85
Artista plásttico: Rembrandt.

miércoles, 3 de febrero de 2016

No voy por mis pecados.



No voy por mis pecados
a vivir en un infierno. 
Ni voy a esperar milagros, 
después de tantos naufragios, 
y fortísimos vientos.
No aceptaré las lisonjas 
de quien por la espalda me traiciona
y a la agónica miseria
perpetuamente me condena.
Sólo porque mi alma
contra corriente navega
o porque el cálido viento
a mi favor no sopla.
Después de todo
son los peces los que nadan
y la mierda la que flota. 
Y no puedo ni por mi alcurnia
ni por otros miedos
ser testaferro 
o portador de falsos abrazos
ni el necio que por capricho
persigue mil almas vacías 
para llenar lo muerto de un espacio. 
No voy por mis pecados 
a vivir en un infierno
ni pienso morir creyendo
que para entonces mis dioses
me habrán abandonado.
Los dioses que cada día me perdonan 
y los  que os han perdonado.
Los mismos que para vivir,
me he inventado.




sábado, 9 de enero de 2016

Todos los días.









Hoy y todos los días 
y de este modo de hablar, 
se podría decir toda la vida. 
Con buena espina y gracia
y unos ojos, 
que todo lo hablan con la mirada 
y unas manos
que sus redondas nalgas no olvidan.
Ni la gracia más que la suerte
de haberla tenido entre mis sabanas, 
por trueque de enamorados 
y con la dulce amargura 
de haberla sabido únicamente mía, 
de haberla querido más que a nada.
Sin que pudiere menguar la distancia
esta incorruptible sensación de amarla
y que parece se me antoje 
cual necesidad infinita...
Para que hoy y todos los días 
y de este modo de hablar, 
pueda decir toda la vida.
sienta las mismas ganas de besarla
desde la primera luz del día,
y con la primera palabra,
y con la última de ambas, 
incluso con la testarudez  de mi porfía.
Y con todo mi cuerpo 
y la bonhomía del silencio 
de los días que nos unen 
ajenos a la melancolía,
de no tenerla cerca, de no tenernos,
de intentar olvidarla.
Ajenos a la cruz y a la cara 
de esta suerte mía... 





L.P.F.01f85
Artista plástico: Alvaro Reja.