domingo, 20 de mayo de 2018

Y descubrir...

Y descubrir 
que duele más la ausencia 
que los días. 
Por lo pulcro del silencio
de quien pudo hacer 
y por temor 
el amar se guarda
haciendo tropezar 
la verdad y las lágrimas, 
con su apatía, 
más que con los besos. 
Y descubrir, 
que eran sus pechos
los que forma le daban 
a la suerte que le amparaba.
Y ahora maltrecho por las heridas
de los celos, la distancia y la hipocrecía
Pasa los días dando gracias a la vida,
más por lo que no le quita,
que por lo que le daba. 
Y descubrir,
que saben mejor los besos
en su boca pequeña
hecha de trozos de pétalos, 
espina, miel, cielo.
Hecha de flores secanas, pero no muertas
de lágrimas y esperanza
de casto e intachonado silencio.
Que en los labios de quien me idolatra
u ofrece sin reparo, 
la virtud entre sus piernas 
y voluptuosidad de sus pechos.
Y descubrir,
que no estaba hecho
de carne y huesos
ni de sanas costumbres
como el no amar o el olvidar...

LPF.01f85

lunes, 16 de abril de 2018

El tiempo pasa.

El tiempo pasa 
y mi piel de esperarte 
no se cansa. 
y esconde en cada gota de sudor, 
una lágrima. 
Y los detalles de cuanto le fue inolvidable
en los pliegues de un silencio
que hace punible la espera
de quien no intenta olvidar 
sin que antes, 
no hubiesen intentado olvidarle.
El tiempo pasa
y los latidos de mi corazón duelen, 
como pasos de semana santa. 
 Y se ralentizan y acompasan 
 acompañados del luto de una lágrima
que reverdecer la tierra pretende
si el llegar a la tierra, 
alcanzara.
El tiempo pasa 
y tú me pides que te olvide,
como si el cielo obviar las nubes pudiera
como si corresponder con mentiras, posible me fuera,
como si por no amarte pudiera
mantener la cabeza más alta. 
El tiempo simplemente pasa,
a veces amargamente sin detenerse,
más lento si pongo mi mano debajo de tu falda
pero, para cuando me miras y te beso
todo el tiempo del mundo 
se reduce a un momento
y la espera acaba.

   LPF01f:85

lunes, 19 de marzo de 2018

Un beso.



Y con los labios,
el alma me besa. 
Y cuando me toca con sus pimpollas manos
mis sentidos se elevan.
Cuando me habla
el sonido melifluo de su voz
sonroja mis orejas. 
Y me mira
y mis ojos con una sonrisa
lo celebran. 
Pero cuando me habla
me toca, me mira y me besa.
La felicidad con mis huesos baila. 
Y se me hace mal ajeno, 
la tristeza. 
Y más...
Y los planetas se alinean
y los colores polinizan mis días
y se preña de ilusión la tierra.
Y sienten envidia 
los otros hombres, los dioses
el atardecer y las flores.
y se engalanan para mí
las horas muertas.
Y entonces le miro 
y le beso
y quiero que perdure ese momento.
Y amo al prójimo, 
y perdono a quien daño me hizo, 
con sus razones o sin saberlo.
Y sin saber como 
los días de sol se me amontonan
y la lluvia y los días nublados, 
se convierten en preludio 
de algo perfecto.
Y me maravillan todas las cosas
las más pequeñas, incluso esas, 
que no son hermosas.
Y entiendo el milagro de la vida,
y la espiritualidad de las cosas
si tú me miras
si yo te beso.

LPF.01f85




jueves, 1 de marzo de 2018

Y lejos de lo que imaginas.





... Y lejos de lo que imaginas, mi felicidad no es la antítesis de tus principios ni se contraponen a tus valores. Mi felicidad nace de los dolores... de los dolores del parto de mi madre, del dolor de las últimas palabras ( Te quiero hijo. ) y el recuerdo de mi padre. Mi felicidad nace del desconsuelo de un amor que más que imposible,  pareciere incurable y que con nostalgia recuerdo. Y de quien se enfada conmigo porque no le hablo en bastante tiempo y aún así le importo tanto, que me lo recuerda sin que su orgullo le pueda impedir el acercarse, llegado el momento. Mi felicidad nace donde todo se marchita y muere, como si la felicidad adversa me fuere. 
Y para cuando todo lo que creo que hacerme feliz puede, simplemente se aleja  sin que pueda hacer nada al respecto. Sólo entonces, las cosas importantes, esas que en algún momento descuidé o dejé a la intemperie, abandonadas más que a la suya, a mi propia suerte, prevalecen. Y no pierden el brillo, ni mueren, no desaparecen y si tienen patas regresan o simplemente vuelven. A veces tan sólo, para coser mis alas rotas... 




miércoles, 14 de febrero de 2018

Y en los días que vinieren....


...Y en los días que vinieren
si no te vuelvo a ver. 
Habré perdido todas las batallas,
habré el perdido el pelo y las ganas
la suerte y el alma,
pero no la fe.
Lo habré perdido todo,
incluso las palabras más sencillas,
mi razón de ser, la alegría
y para entonces
cerrar mis ojos podría
si en los días que vinieren,
no te vuelvo a ver. 
Porque encarar tus recuerdos, no podría.
ni olvidarte sin que el amor antes al cielo me eleve 
para dejarme caer,
en el nácar de tu sonrisa,
en la dulce sal de tu piel,
en la soledad sin ti de mis días 
arrugada en tinta indeleble 
y silencios de papel.
... si en los días que vinieren,
no te vuelvo a ver,
habré perdido todas las batallas
pero no, la fe. 



LPF01f85