jueves, 1 de noviembre de 2012

Mis temores....



Mis temores no son tan grandes como para que mi pasión pueda esconderse detrás de ellos, ni tan fuertes como para que mi sentido común no pueda vencerlos. Mis temores se esconden, porque saben que yo no les temo. No tienen sueños y de todo lo que hacen quieren salir ilesos, son mis mayores enemigos y por eso guardo con ellos distancia y respeto. Mis temores no me poseen, sin embargo ya alguna vez me pregunté, ¿Cómo sería mi vida sin ellos? Puede que sus orígenes sean infundados, puede que padezcan cosas que no habrán de vivir en ningún momento. Puede que en la angustia encuentren toda la fuerza que necesiten para mantenerse vivos, pero mis temores saben que probablemente entre ellos y yo, sea yo el único que llegue a morir de viejo. 

Mis temores no son míos, pero no me son ajenos. Mis temores son aprendidos o heredados no lo sé, de lo único que soy consciente es de no haber nacido con ellos. Y sé que a veces solo pretenden hacerme feliz diciéndome como tengo que vivir y a la altura en que debí haber renunciado a mis sueños. Sé que a veces sólo huyen restándole importancia a las cosas que amo, incluido los recuerdos, para que la vida no duela tanto. Mientras la verdad pierde sentido en un parsimonioso silencio que sofoca al amor hasta la desesperación, arrastrándome hasta ese insólito momento en que sólo la estupidez cree no poder vencer a todo lo que temo.  

Mis temores sólo podrán hacerme daño si mi corazón les permite convertirse en miedos. Si tuviere por alguna banalidad terrenal que perder la fe en todo lo que creo. Y si en los días que vinieren esto tomará suceso, si mis mañanas perfectas dejaran en algún momento de serlo, si todo lo que siento por ti ya no tuviere como primicia y fundamento todo lo que te amo y respeto. Puede que la cordura no rija con coherencia mis motivos ya para ese entonces, puede que sean tan pobres mis argumentos para no quererte, que jamas dejé de hacerlo. Y aunque para una mayoría mi mayores glorias sean auténticos desastres. En los días que vinieren seguiré amándote en la única forma que sé y de la única manera en que fui concebido para hacerlo.




Artista plástico : Jacob Collins
Agradecimientos especiales  para  Viviana Lelli. Quien me facilitó el nombre del artista, cuya obra es portada en la publicación.