martes, 31 de diciembre de 2013


Sé como el árbol que cubre de flores la mano que lo sacude. 
Proverbio Japonés.




A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa. 

León Tolstoi.
Novelista ruso.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Pasamos la mitad de nuestra vida esperando a los que amaremos y la otra mitad abandonando a los que amamos. 


George Meredith
Novelista y poeta Ingles.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Susurro.



busco tus huellas en las plazas
y susurro tu nombre al viento
como arrullando el crepúsculo de la tarde que irremediablemente muere,
pálida sin tu sonrisa, amarga sin tus besos.

busco tus huellas en las plazas
y susurro tu nombre al viento,
ebrio de soledad y deseos,
y en mi delirio te reconoce, desde muy lejos el viento,
desde muy lejos...
y con la brisa fresca de un recuerdo
me devuelve con una sonrisa,
a mi vasto y hermoso silencio
que alimenta y fatiga a un amor,
que no sucumbe ni muere,

un amor de otro tiempo.

busco tus huellas en las plazas
y a veces señales en el cielo
a veces para olvidarte,
y siempre porque te echo de menos.
y te siento en cada declaración de amor
en la humedad que empaña los cristales para dibujar un corazón
en el espíritu que se evapora desde una taza de té caliente.

sin embargo nunca en otros besos
por eso...

busco tus huellas en las plazas
y a veces señales en el cielo,
y tú que sólo ves un enjambre destartalado de nubes,
sobre el horizonte rasgándose y alejándose...
mientras yo en todas las nubes y en todas las plazas, 

te siento...

 LPF.01F85

sábado, 21 de diciembre de 2013

Emerger.

Sin laureles 
y entre las ruinas de un sueño prohibido, 
marché para dejar atrás 
un único surco en tempestuoso mar,
porque no he de volver jamás;
Sobre los pasos que hasta aquí me han traído.
Y me levanto a las puertas de la muerte 
y mi propio castigo. 
Por un amor que impele al corazón 
a amarle sin razón, 
mientras le evoca con cada suspiro.
Pues entonces habíamos sido,
más que la suma de todos los días y nuestros errores. 
Más que el adusto silencio, 
la cruel distancia y el gélido olvido. 
Y lo sé, porque todas las cosas tienen reverso.
o simplemente porque este amor, 
no muere con pedírselo.

Amor, Amor... 
que pareciere que en todas las cosas estás, 
cuando todas las cosas están conmigo.
Porque de todas las cosas emerges amor,
de lo dulce, de lo amargo
de mis memorias, del silencio y del olvido.
Y si para amarte amor he nacido
que no sea esta la última prosa
ni el último verso que te escriba.
Que no sea jamás mi pena de no tenerte, 
tu castigo.
Porque de todas las cosas emerges amor
de cada parte, de cada rincón, de cada sitio.
Del aire, de los días de lluvias,
de lo dulce, de lo amargo, 
de mis memorias, del silencio, 
incluso del olvido.

LPF.01F85.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Abraham Lincoln.


La igualdad es la imparcialidad de la justicia. 
Abraham Lincoln.


Publicidad Subliminal.


"Todo lo que se percibe conscientemente puede evaluarse, criticarse, discutirse, rebatirse y quizás rechazarse. Mientras que la información que se percibe de modo inconsciente no encuentra ninguna resistencia, ni valoración intelectual"

Wilson Bryan Key.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

Del amor y la locura.

Es asombroso ver como se parece la estructura del amor y la locura. 
Merovingio. Matrix.
 

Él.

 Borrador. Parte-

Él, que poco o casi nada tenía. Mucho temía perder sus posesiones... y siendo aún más rico que pobre... vive lamentándose en un tedio amargo y culpando a otros de su desdicha... 

Nada de lo que hace o por entonces hacía, por parecer, no parecía, ni por ley natural, ni por gracia divina, ser más poderoso que el castigo que se autoinflingía tras un fracaso o revés. Ya fuere por sus actos, más que por algún pacto natural o divino entre cualquiera que fuera su Dios o el ejecutor de su castigo. Él, que tan sumisamente vivió o vivía, no reflejaba en ninguna de sus formas o manías, eso que algunos llaman, la suerte del pobre y otros con gran desazón, horrible desdicha.

Aprendió con resignación a callar y a esperar que nada sucediera... con siete años de la habana encerrados en una botella, todas sus lágrimas son tristes. Hasta que la primera luz de la mañana exorcice, los demonios que a su alma trémula y sola le atormentan... Y en su agonía de amar todas las cosas que mueren, no encuentra felicidad ni descanso, no vive. Esperando eso, que algunos hombres llaman justicia y que a nada se debe. Al menos no como a la fatiga el sudor, de quien por intentar hacer el bien casi muere, no como la lluvia a las flores, no por el hombre que en la cruz perece. 

Él, que poco o casi nada tenía, sabe que si tiene que morir, no será hoy el día. No tiene una sola razón que le valga... condenado está desde entonces a ser feliz aunque sólo algunos domingos quiera. Sin saber que todo lo que haga hasta el último de sus días, será para proteger a lo único con lo que sin vivir no podría, por jurar que hasta la muerte le amaría, aunque a veces le duela.

G.S.F


domingo, 10 de noviembre de 2013

De la vida.


No siempre es de ligeros el correr ni de forzados la pelea. Pues a todos llega algún mal momento.

anónimo.


domingo, 3 de noviembre de 2013

Gente común.



La mayoría de la gente que conozco tiene una  buena razón para abandonar sus sueños y paradójicamente son las mismas razones con las que pretenden alcanzar su felicidad.

Nacimiento.




Tenía tantas ganas de vivir, que estaba dispuesto a morir por ello. Sin embargo le habían sido arrebatados todos los poderes y su grandeza  por eso yacía rendido sin fuerzas, sobre el vientre cálido y plano de su tristeza que siempre le acoge solicita con la ternura de un recuerdo y unas manos que le acarician únicamente cuando los ojos cierra. Y continuó allí, como si fuera el más trágico de los finales y en el más ensordecedor de los silencios... desidioso, como si hubiera podido tener el infortunio de estar viviendo lo más triste de todos los tiempos... y cayo rendido como si todas las penas del mundo pesaran sobre sus hombros, como si no tuviera un propósito, sin haber confiado en la magia de vivir por el eco de las pequeñas cosas y algunos momentos. Y se quedo allí mirando el cielo, pidiéndole a Dios que fuera igual de justo, pero menos severo, pidiéndole que no se llevara su alma y le permitiera a su corazón seguir latiendo, sin embargo yacía inerte, disimulaba muy bien sus muchas ganas de vivir aun entonces. Debía saber que no era la primera vez que moría y con una lágrima en los ojos, sonrío y los cerró, no para morir sino para nacer de nuevo.


LPF.01f85

sábado, 26 de octubre de 2013

Ausencia dorada.

No se escuchan del alma las penas
si no se cuentan con desazón 
y agria melancolía.
Late fuerte corazón, 
pero no de cualquier manera,
porque devota te es mi pasión 
y toda la esperanza mía. 

Late fuerte corazón 
y vuela con cálido sol 
sobre este ignoto dolor hasta tierra baldía.
Haz que retumbe tu amor, 
que los sueños florezcan,
que ardan por mil las dudas y penas 
hasta encender en mi alma la vida
o hasta que muera de pena. 

Late fuerte corazón 
y entre los pasos de la muerte 
sé mi luz, sé mi faro, sé mi guía.
Y si te vas, vete. 
Y si te mueres a-Dios con alegrías,
pero late fuerte corazón.
Late hasta el último de tus días 
y entonces dorada será tu ausencia 
y puede que grises algunos días.
Pero late fuerte corazón 
haciendo infinita esta suerte mía.
Porque en mí, 
los sueños no mueren.
Porque a veces comienzan las cosas, 
donde terminan.
Late fuerte corazón,
y haz infinita esta suerte mía.



LPF.01f85

viernes, 25 de octubre de 2013

Una buena razón para vivir.


Hemos de vivir por el eco de las pequeñas cosas y los pequeños gestos. Porque la mayoría pasamos esperando ese gran momento, que nos muestre esa gran señal en el cielo, que nos indique el advenimiento de semejante acontecimiento y a veces es tan grande la expectativa que no vemos más nada. Tan grande que ni siquiera llegamos a hacer la sumas de los pequeños.

lunes, 14 de octubre de 2013

Gente que me gusta.


Me gusta la gente que presume de no haberse equivocado... Por ejemplo esos que se vanaglorian de no tener hipotecas, pero que al mismo tiempo dicen en voz baja que viven en casa de sus padres o de alquiler. Los mismos que con treinta y tantos años y sin estudiar ni trabajar su madre todavía les hace la comida, les lava la ropa y de vez en cuando les deja algo de dinero para sus caprichos. Me gustan, porque cuando hablan parece que por el simple echo de no estar pagando una hipoteca, tienen la vida resuelta, la receta de la felicidad o el secreto para vivir los mejores momentos de la vida sin perderse nada. Me gusta esta gente que critica a los hipotecados, porque ellos creen que no les afecta la subida de la luz ni del IVA, como creen que tampoco les afecta el paro y los recortes. Me gusta incluso la manera en que se creen libres, mientras se abstienen de defender alguno de los derechos que constitucionalmente les pertenecen.

Sin embargo me gusta más la gente que madruga para irse a trabajar o buscar un empleo, esos que ilusionados se despiertan con un plan en la cabeza cada mañana y no cejan en su empeño. Me gusta esta gente porque no se rinde por malos que vengan los tiempos y por mayoría no se castigan pensando que están haciendo ricos a los del banco, sino que intentan medrar para aliviar el futuro de sus hijos y familia. Me gusta esta gente porque tienen ilusiones, porque le pueden cambiar el color a las paredes de su casa sin pedir permiso a nadie, porque tienen sueños que probablemente conviertan en propósitos sin detenerse hasta alcanzarlos, hasta llegar a ellos.

Me gusta esta gente, porque son el resultado del esfuerzo y la constancia de una generación a la que nada le detiene ni le impide soñar, porque no son impresionables, porque son imprescindibles, porque son un ejemplo y porque a pesar de la que está cayendo, todavía no renuncian a los más elementales de sus derechos, tener una vivienda digna y un trabajo decente. Me gusta esta gente, porque mira al futuro y no teme al porvenir y puestos a elegir, siempre he de preferir ser uno de ellos, aunque termine en alguna plataforma de afectados.