jueves, 8 de diciembre de 2011

Enamorarse.


Y la única condición que  puso Dios al crear al ser humano era que debía ser imperfecto. Y la naturaleza la acepto porque sabía que sería la mejor manera de diferenciarnos. Y nos colmaron de defectos y nos enseñaron a superarlos, nos colmaron de virtudes para que pudiésemos amarnos y a partir de ahí lo de los panes y peces multiplicados no fue algo que me quedase muy claro...  

La imperfección dio como resultado la incesante búsqueda de la perfección y sabiendo el hombre que estaba muy lejos de ser perfecto terminó creándose un patrón de lo que él consideraba era ser mejor. Y hace mucho tiempo eran valores regidos por la moralidad, la familia y el amor. Los valores se han mantenido, sin embargo cada vez son menos los que mantienen esa referencia para ser alguien mejor. Son tantos menos en tal cuantía, que por mayoría si creemos encontrar a ese uno entre tantos miles, no contemplamos el dejarle escapar como una opción. Y sin poderlo evitar sentimos la necesidad de pasar el resto de nuestra vida a su lado y por eso nos casamos y al acto de aparearnos le llamamos hacer el amor. Siendo el amor nuestro mayor vinculo y conexión con otros seres humanos.Y así pasamos una gran parte de nuestras vidas. Enamorados o desesperados buscando a esa conexión, esa persona que sin hacer mucho nos hará sentir especial en tantas formas que casi podrían ser infinitas, únicamente por un sentimiento que se nos antojó eterno desde el primer día y que los mortales por mayoría definimos con una de las palabras más antiguas, extensas y bonitas que jamás existió (amor). Por ello... 

Enamorarse como si en ello les fuera la vida y no desperdiciéis  la oportunidad de compartir esa dicha, porque todas las cosas que merecen la pena en esta vida merecen ser compartidas y tienen el mismo punto de conexión (el amor). Enamorarse porque entre tanta armonía interior, punto intermedio y equilibrio, el amor es lo más cerca que estarás de conocerte a ti mismo o del infierno o el paraíso. Será el único sentimiento que te hará sentir especial cuando todo parezca perdido. Enamorarse sí, enamorarse sin el temor de no ser correspondidos y vivir por el eco de las pequeñas cosas, porque para el amor hemos sido concebidos y porque de amor estamos hechos, aunque a veces nada parezca tener sentido, excepto el amor.


Artista Plástico: Francesco Hayes.